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  Hipnosis
 

Debido a la escasa información sobre la hipnosis que se puede encontrar en Internet, he decidido escribir este pequeño curso cuyo objetivo es mostrar los aspectos esenciales de la hipnosis, e incluso, si quieres llegar más lejos, podrás aprender a hipnotizar.
Todo lo que conozco de la hipnosis, lo he aprendido a lo largo de unos cuantos años, a través de la lectura de múltiples libros. Aquí tienes la referencia de unos cuantos:
Estos son buenos, constan de una serie de tres libros acerca de la hipnosis:

“Hipnosis Curativa”
Autor: Dr. J.P.Guyonnaud Ediciones TIKAL

“Hipnosis práctica en 11 lecciones”
Autor: Dr. J.P.Guyonnaud Ediciones TIKAL

‘Métodos de autohipnosis”
Autor: Dr. J.P.Guyonnaud Ediciones TIKAL

El que considero mejor referencia para entender todo lo que sucede con la hipnosis, aprender a hipnotizar y a mejorar tus capacidades mentales es:

“ABC de la Hipnosis (Desarrolle su potencial mental)”
Autor: Eric Barone/Jacques Mandorla Ediciones TIKAL

Luego, otro muy bueno, pero “bastante” viejo: (Por los conceptos que maneja)

“El gran libro práctico del hipnotismo”
Autor: Carlo de Liguori Editorial de Vecchi

Como puedes ver, hay una larga lista de libros que tratan de la hipnosis. Cada libro es único. ¡Ah! Si estás interesado en la hipnosis regresiva, te recomiendo el
libro escrito por el que yo creo mejor hipnotizador de España, Richard Bru. Si con este curso crees que no tienes bastante, te recomiendo comprar alguno de estos libros, o si no, pasarte por tu biblioteca.

Preguntas más frecuentes a cerca de la hipnosis:

 

Ahora te preguntarás: ¿De verdad que se puede aprender a hipnotizar a través de este curso o un libro? Cualquiera puede llegar a ser hipnotizador, no hace falta tener poderes especiales, solo hay que estudiarlo con mucha atención y dominar por completo unas “armas” que tiene el hipnotizador.

Ahora voy a intentar aclarar unas cuantas ideas falsas que la gente tiene de la hipnosis:

¿Es cierto que algunas personas son hipnotizables y otras no? No, todo ser humano es hipnotizable, lo que sucede es que no todo el mundo reacciona de la misma forma a la relajación o a cualquier técnica de hipnosis.

(Hay que aclarar que es el propio inconsciente del sujeto el que, acepta o no, las sugestiones del hipnotizador. Si el sujeto no quiere hipnotizarse, la hipnosis no resultará, puesto que es él mismo quién tiene que hacer todo lo que le vaya indicando el hipnotizador.)

¿Es peligrosa la hipnosis? No, el acto hipnótico no es peligroso. La experiencia nos demuestra que no se puede hacer que un individuo bajo hipnosis adopte un comportamiento contrario a su moral, religión, costumbres o que ponga su vida en peligro. El hipnotizador solo tiene el poder que el inconsciente del sujeto le

entregue. Si un hipnotizador de espectáculo consigue que un sujeto se comporte como un perro, es porque el sujeto sabe inconscientemente que se trata de un juego. Lo que hay que tener en cuenta, que ningún hipnotizador debe realizar tratamientos sin tener conocimiento de lo que hace. Por ejemplo, si no eres psicólogo, no realices tratamientos de hipnosis contra la adicción al tabaco.

(Todo este tratamiento debe ser realizado por personas especializadas en ese tema, aunque no hay un riesgo claro, su práctica se desaconseja fuertemente) El estado hipnótico no entraña peligro alguno, puesto que es un estado natural, si

existiera alguna posibilidad de peligro, sólo podría localizarse en el hipnotizador; él puede, incluso involuntariamente, crear problemas al sujeto que hipnotiza:

1. Riesgos psicológicos: si careces de información sobre el pasado de la persona (puedes acentuar un desequilibrio, pero no provocarlo.) También puedes
proporcionarle un pretexto para que caiga en un desequilibrio latente. Por este motivo, no es conveniente practicar la hipnosis sin haber mantenido una entrevista previa con el sujeto.

2. Riesgos fisiológicos posteriores: pueden desprenderse de ciertas técnicas, algunas tan simples como la de la hiperventilación, que consiste en que
el individuo inspire y espire rápidamente. De hecho, no comporta más riesgos que la acción de inflar una colchoneta neumática: se producirá un ligero vértigo causado por el aumento de la proporción de oxígeno, vértigo del cual el hipnotizador sacará provecho. (Esta técnica, simple e inofensiva, puede tener consecuencias molestas para un individuo con tendencia tetánica o espasmófila, hasta el punto de provocarle una crisis.

 

En conclusión: no existe peligro intrínseco en la hipnosis, sino ligeros riesgos ligados a la competencia (o incompetencia) del hipnotizador.
Todos estos riesgos pueden evitarse con una simple entrevista con el sujeto, tratando de recoger hechos o acontecimientos importantes en su vida, desde lo más general a lo más específico.

Ahora me gustaría hacer unas cuantas advertencias:

(El seguir el curso y aplicar dichas técnicas de hipnosis implica que aceptas cada una de estas condiciones.)

- No me hago responsable de los daños que puedas ocasionar, tanto físicos, como psíquicos al hipnotizado. (Si sigues al pié de la letra todo este curso, con todo lo que puedes hacer y todo lo que no puedes hacer, te puedo asegurar que no ocurrirá nada.)

- No debes practicar ninguna de las técnicas expuestas en este curso hasta que no lleguemos a la parte en la que puedas hacerlo correctamente. Esta es la parte más importante. Antes de comenzar a hipnotizar hay que conocer los pasos que se deben dar para que la hipnosis se realice correctamente, hay que estar preparados para cualquier posible “peligro”, y dominar perfectamente la sugestión y la fascinación. No basta con proporcionar los textos de técnicas de hipnosis y leérselos al hipnotizado. (Hay que saber el tono de voz que hay que emplear, la fase en la que nos encontramos, etc.) Hay que ser pacientes y hacer las cosas bien hechas. Por ejemplo, si tratas de hipnotizar (sin estar preparado) a alguien, leyéndole una técnica de hipnosis. Te puedo asegurar que el porcentaje de fracaso rondará el 99%. Además, el inconsciente del sujeto al que se había intentado hipnotizar asumirá que no sabes hipnotizar, o que la hipnosis es un fraude, anotándose un punto a su favor y haciendo más difícil una próxima hipnosis. Así que aún teniendo las técnicas de hipnosis a mano, deberás guardarlas hasta que llegue el momento de ponerlas a prueba, si no lo haces, todos los intentos que hagas por hipnotizar acabarán en fracaso, además de poner en algún “riesgo” a la persona hipnotizada. Ya sabes, cada cosa tiene su momento, y si le pones interés, una vez que puedas controlar “todo”, obtendrás un 90% de hipnosis realizadas correctamente.

- He visto que este curso de hipnosis se sigue desde todas las partes del mundo. En algunos países, la práctica de la hipnosis está penada por la ley, como por ejemplo en Inglaterra. Asegúrate que en tu país puedas practicar la hipnosis.

 

 

Los tres estados de la hipnosis:

 

En este capítulo, voy a acoger la clasificación de Eric Barone. Vamos a clasificar los estados de la hipnosis según los “tipos” de sugestiones aceptadas por el sujeto en ese estado. En orden de profundidad son Z1, Z2 y Z3. (El estado normal sería el Z0)

El estado Z1 (leve)

En este estado, el sujeto es consciente de todo lo que ocurre. Duda de su estado de hipnosis, pero cuando despierte, evaluará el tiempo incorrectamente. Creerá que han pasado diez minutos cuando en realidad ha pasado media hora.
Las sugestiones que se aceptan en este estado deben ser sugestiones positivas, afirmativas o progresivas. (Más tarde hablaremos de los tipos de sugestión) Tomando el ejemplo de un fumador decidido a dejar de fumar.
Las sugestiones posibles en Z1 son: siente sus pulmones despejados, su deseo de fumar disminuye, tiene ganas de respirar mejor, etc.

El estado Z2 (profundo)

En este estado, el sujeto tiene adormecidas sus facultades críticas. Continúa comunicándose y sigue recibiendo mensajes del mundo exterior, pero cuando se despierte no recordará nada de lo que ha sucedido.
En comparación con el Z1, este estado permite al sujeto aceptar una inhibición. Una prohibición se incorpora bastante profundamente en su comportamiento. En el caso del fumador, este estado permite sugestiones como: “Cada vez que encienda un cigarrillo sentirá náuseas”

El estado Z3 (Muy profundo. No sirve para nada)

En este estado, el sujeto pierde la conciencia; ha roto toda relación con el mundo exterior; no escucha nada y se comporta como si estuviera anestesiado.
Este estado se conoce como estado de fuga. Cuando el sujeto rehúsa una sugestión, o no consigue despertar, se refugia en un estado más profundo, el Z3

Ejercicios:

Para ver que has entendido todo, aquí van una serie de ejercicios:

1.- ¿Según la clasificación que hemos estudiado, (según la sugestión aceptada) en cuantos estados podemos encontrarnos a una persona hipnotizada? Nómbralos:

2.- ¿Qué tipo de sugestiones se aceptan en el estado Z1?
3.- ¿Qué tipo de sugestiones se aceptan en el estado Z2?
4.- ¿Qué tipo de sugestiones se aceptan en el estado Z3?
5.- Imagínate que queremos hipnotizar a una persona, no tenemos mucho tiempo, así que necesitamos saber el estado mínimo en el que debemos sumir al sujeto para que acepte cada una de las sugestiones siguientes:
a.) Cada noche, cuando te tumbes en tu cama, te sentirás muy relajado, cada vez más relajado, y querrás dormir, puesto que sólo así podrás descansar y prepararte para el día siguiente...
b.) Siempre que te sientes a estudiar, te sentirás muy relajado, y verás como asimilas perfectamente cada página que lees, te costará menos memorizarlo...
c.) Cada noche, cuando te tumbes en tu cama, verás como caes en un sueño profundo. No habrá nada que te preocupe. Aunque intentes seguir despierto, tus ojos se cerrarán y podrás descansar plácidamente esa noche... 6.- Escribe las sugestiones que podrías decir en el estado Z1 y Z2 a una persona que quiera dejar de tener miedo a los gatos


 
   
 
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